Sobre la originalidad, los procesos y los refugios
Un regalo inesperado
Parsimonia le trae muchos regalos a mis días. Muchos más de los que podría haber imaginado. Personas amorosas que me recomiendan libros, que se sienten identificadas con lo que cuento, que me envían felicitaciones que me iluminan la cara al leerlas. Ahora bien, lo que me sucedió esta semana fue tan inesperado que no puedo dejar de compartírtelo. Este fue el mail que me mandó Tania Cipriani:
Hola Maca! Hice esta versión de una ilus tuya. Estoy tomando clases de ilustración y me hablan de tener una voz, de ser originales. La paso mal porque se olvidan un poco de los tiempos, de los procesos, de validar y celebrar cualquier excusa para simplemente hacer, como si se pudiera reducir la originalidad a un acto de pura voluntad estética, sin detenerse a ver que lo original es honestidad, es desnudez, es el resultado de desovillarnos. En la escuela de Bellas Artes me decían que para aprender había que copiar a los maestros, ahora me dicen de tener una voz y proteger derechos de autor y mientras tanto yo necesito practicar técnica de grafito, mientras voy al encuentro de mi voz me aturden los miedos ¿será sólo una o puede que en mí haya muchas voces? ¿y si descubro que no tengo nunca nada para decir? No lo puedo saber, el camino siempre sorprende, esa es su magia.
Mientras practico la técnica con esa ilus tuya que me llegó en el primer newsletter con el que te conocí, por ecos de recomendaciones que me llegan de otros news (vos llegaste por el de Axel, que llegó por Valentin Muro y Rebecca Green llegó por vos... y así) voy acercándome a una historia mía que no sabía que estaba allí, y con esta copia de tu ilus tímidamente avanzo lento para ver quién soy y de golpe me pregunto: ¿A donde va este personaje? Y siento en la pregunta el timbre de mi propia voz. Eso es lo que estoy dibujando ahora. No importa dónde vamos a buscarnos, siempre se agradece que otros hayan construido ese refugio para, sin terminar de entenderlo bien, poder encontrarnos a nosotros.
No me van a decir que la ilus de Tania no es preciosa.
Qué puedo decir yo después de esto, ¿no? Me excede totalmente. Pero puedo intentar hilvanar algunas ideas a partir de todo lo que trajo a la mesa con tanto amor.
Sobre la originalidad
Me pasa muy seguido de pensar en lo de la voz artística. Hay una corriente, un área del campus como diría Bordieu, que entiende que todos estamos en la búsqueda de esa voz original y única que nos diferencia de los demás y gracias a la cual nos pueden reconocer de sólo un vistazo. Lo percibo en mucho de los ilustradores que admiro, como Tom Haugomat o Isabelle Arsenault.
Pero a su vez siento que cada vez que me siento a dibujar todo termina decantando en un lugar completamente distinto al anterior. Y me asaltan las mismas dudas que a Tania: ¿será sólo una o puede que en mí haya muchas voces? ¿y si descubro que no tengo nunca nada para decir? Mientras leía estas preguntas pensé en Aliz Buzas. No pude encontrar dónde, pero estoy 99% segura que leí en algún momento que la cantidad de estilos que tenía para ella era su superpoder. Es que miremos esto:
Resulta difícil e impresionante saber que las 3 ilustraciones fueron realizadas por la misma persona. Y creo que sí es posible tener muchas voces, muchos estados de ánimo, muchas perspectivas, al mismo tiempo. Es enriquecedor. Cambiamos todo el tiempo. Y podemos estar seguras de que lo que hagamos, ya sea ilustración, cerámica, repostería o literatura, va a cambiar con nosotras.
Sobre los refugios
Que Parsimonia sea un refugio para alguien más es un sueño cumplido. De por sí es un refugio que construí para mí, como me hizo ver una amiga a quien quiero muchísimo. Ella me hizo notar en un audio que este newsletter es el lugar que armé para disfrutar de mis disfraces de ilustradora o escritora sin sentirme presionada (Yan, si estas leyendo esto, quiero que sepas que estoy en un café lagrimeando porque volví a escuchar tu audio para escribir esto).
Si Parsimonia es para vos un lugar que habilita la vulnerabilidad y la auto compasión de la buena, quiero que sepas que me llena el corazón. Este refugio viene con merienda o aperitivo a elección, de la mano de la grosa de Paula Maneiro. Ella es una ilustradora argentina que hace ilustraciones geniales y tiene un montón de cosas preciosas en su tienda online.
En qué ando
Leyendo
Quise empezar el de Clarise Lispector y me vi un poco superada, así que fui por una novela cortita de Stefan Zweig, Una partida de ajedrez. Hasta ahora me está encantando.
Escuchando
& Aristimuño. Amo esta recopilación que hicimos con Axel de los temas que más nos gustan de Lisandro. Si, ya sé, muy cursi.
Viendo
WeCrashed. Por favor, qué delirio cósmico enorme tenían los fundadores de We Work y qué atrapante resulta verlo en una serie. Anne Hathaway está fantástica.
Hasta la próxima
Hola, ¿cómo estás? Yo ando bastante cansada. Por suerte mi tía esta muchísimo mejor y eso es un alivio enorme, pero creo que por el camino no pude medir muy bien mi esfuerzo en un montón de cosas y los últimos días estuve con unas contracturas enormes. Nada que bajar un cambio y volver a armarme los espacios de descanso necesarios no cure.
Poder reconocer mi cansancio es un gran paso adelante, a decir verdad. Mucho tiempo me la pasé en piloto automático y no podía reconocer el desgaste. Ahora sé escucharme aunque me resulte frustrante verme otra vez en el mismo lugar. Elegí regalarme un cafecito rico mientras te escribo (¡gracias Axel por el empuje!) y ahora me siento mucho mejor.