Sobre un libro que me hubiese encantado tener de chica, tipografías y divulgación científica.
Comerse el tarro
Cuando era chica mis papás me compraron un libro celeste y enorme que se llamaba Cómo son y cómo funcionan casi todas las cosas. Todo lo que leía me resultaba interesante y lo que más me llamaba la atención era que todo era real. Creo que si mis papás me hubiesen regalado el libro del que te voy a contar hoy, tendría tantas releídas como ese libro. Comerse el tarro (curiosa traducción de la edición original en portugués, donde se llama Cá dentro) se plantea como una guía para descubrir el cerebro. Me gusta ese verbo, descubrir. Porque la verdad es que a pesar que todas nuestras ideas, decisiones, emociones y pensamientos suceden dentro de nuestro cerebro, poco sabemos de este órgano. Isabel Minhós Martins junto con Maria Manuel Pedrosa se propusieron la aventura de escribir este libro y Madalena Matoso la de ilustrarlo, junto con el apoyo de un equipo de neurocientíficos, filósofos y psicólogos.
Lo que más me gusta del libro es que pasa de lo tangible a lo intangible, sin dejar espacio por recorrer. Podemos aprender cuántas neuronas tenemos, cuáles son sus formas, cómo se comunican, pero también qué es una experiencia estética o cómo diferenciar emociones de sentimientos. En las secciones encontramos apartados como Crecimiento, Aprendizaje, Memoria, Consciencia, pero también hay lugar para Cerebros diferentes (donde se estudia desde un lugar muy empático aquellos cerebros que están cableados de otra manera, por decirlo así).
Todos los textos están redactados con claridad, pero las ilustraciones suman una capa de interpretación que hace de este libro una verdadera joya. Lo que me llevo grabado a fuego es que nuestras millones de neuronas están interconectadas entre sí aprendiendo constantemente, y podemos darle la forma que queramos a esta “bola de plastilina”. Cada experiencia, cada amigo, cada canción, cada libro, cada comida, cada desafío le da forma. Al final del día, cada uno de nuestros cerebros es nuestra mayor obra de arte, irrepetible.
En este artículo de Picturebook Makers pueden leer un poco más de todo el proceso del libro, contado de la mano de sus autoras. Un hermoso viaje.
Neurons x Monotype
No es noticia que a mí, personalmente, una tipografía linda me puede alegrar el día. Qué se yo, cuando veo una serif que me gusta me corre una cosquillita linda en el cuerpo que no te puedo explicar. Ahora bien, cuando una empresa como Monotype se une con un grupo de investigación de neurocientíficos para entender por qué las fuentes logran despertarnos emociones… es otra cosa.
Por medio del estudio (pueden leer su extracto completo acá), buscaban entender cómo las tipografías pueden guiar experiencias, asociaciones y sentimientos, y a partir de ello entender la efectividad de diferentes fuentes en situaciones particulares. Entrevistaron 400 personas usando 3 tipos de estímulo con 3 tipografías distintas y los usuarios evaluaron las combinaciones usando un rango de métricas emocionales, como sincero, memorable, confiable o seguro. Qué se yo, me suena un poco Universidad de Massachusetts a mí, pero la verdad es que llegaron a una conclusión que todos los diseñadores que pasamos por Tipografía I en la facultad sabemos: ciertas elecciones hacen que los mensajes sean más memorables y nos dan una ventaja competitiva sobre otras marcas. Seguramente no falte mucho para que una inteligencia artificial nos elija las tipografías para los proyectos, ¿pero quién quiere saltearse la parte de pasar mil horas buscando la fuente perfecta?
En pocas palabras: la mente
Parsimonia siempre me lleva a lugares inesperados. Esta edición no es la excepción: ilustración, tipografías y neuronas. Mucha ciencia por todos lados, pero de ese tipo de divulgación científica que hace mucho bien porque nos ayuda a maravillarnos del mundo en el que vivimos y no se plantea como algo imposible de comprender.
En ese sentido, me gusta mucho cómo Netflix junto a Vox hizo distintas series de En pocas palabras, pequeños episodios de 20 minutos en los que resume fenómenos como la crisis del agua o las criptomonedas. Pero en este caso quiero recomendarte los episodios que hicieron sobre la mente. Cubriendo temas como la creatividad, la ansiedad, la memoria o los alucinógenos, es un excelente plan para ver algo cortito e interesante este fin de semana.
En qué ando
Leyendo
La luz negra, segundo libro que leo de María Gainza. Tras haber leído El nervio óptico, este libro me quedó con sabor a poco pero fue muy entretenido.
Escuchando
Ofertório es un álbum de la familia Veloso que me acompaña siempre en el día a día. El disco en vivo en el que participan Caetano, Moreno, Zeca y Tom es ideal para bajar mil cambios mientras cocino o ordeno la casa.
Viendo
Ter es una youtuber que rompe todos los moldes. Amo sus videos sobre arquitectura, no se dejen engañar por su pelo azul y las lentejuelas, todo es de una profundidad increíble. Sacó su primer curso de arte y ahora lo vemos como si fuera una serie con Axel al cenar. Estamos enganchadísimos.
Hasta la próxima
Hola, queridísima persona que llega hasta acá en estos mails eternos, ¿cómo te trató esta semana? Por mi lado, esta es una de las primeras veces que me aseguré que el newsletter estuviese listo con varios días de anticipación porque me espera un fin de semana muy cargado de cosas lindas, arrancando por un day off en el campo con compañeros de mi trabajo en UX.
Te quiero contar que las respuestas del sorteo me hicieron sonreír y reflexionar a partes iguales. Siento que si todos nos sentáramos a merendar seríamos amigos en menos de un pis pás, porque ¡qué personas más interesantes! Si tenés ganas de participar podes hacerlo hasta este miércoles, donde voy a cerrar las respuestas y sortear los ganadores.
Que te tomes un ratito de tu día para leerme es un regalo que no pasa desapercibido. Gracias, siempre,