A veces me pasa que siento que solo a mí me pasan ciertas cosas. Esa sensación de desazón al pensarme rara, con un cableado mental difícil de replicar. Pero la realidad es que todos pasamos mas o menos por las mismas cosas y de eso va este libro ilustrado por Marcos Farina.
Vos y yo y todo el mundo encara todo lo que nos iguala desde la diversidad. Todos compartimos el placer de comer, pero cada uno tiene un plato favorito distinto. Todos tenemos miedo, pero a diferentes cosas. Todos disfrutamos de aprender, pero eso que nos despierta curiosidad es radicalmente distinto en cada caso.
Entender esto es un ejercicio de empatía inmenso, una flexibilización de nuestras expectativas. No todos disfrutamos de lo mismo y tampoco nos duelen las mismas cosas. Lo que para uno es una pavada a otro puede lastimarlo inmensamente. Celebrar estas diferencias en vez de señalarlas hace que seamos una sociedad no sólo mucho más sana sino también más interesante.
Si lees Parsi desde hace mucho este ilustrador te va a resultar conocido. No sé qué decir que no haya dicho de sus trazos geométricos y sensibles en cantidades iguales. Su maestría en este caso tiene mucho que ver con demostrar la inmensa cantidad de variables que puede generar a partir de estas formas en apariencia simples. Si prestás atención, cada uno de estos personajes tiene una pose distinta, un gesto característico, una vibra particular. Como todos nosotros.
Big Magic
Además de comer, dormir, jugar y aprender, los seres humanos desde hace miles de años creamos. Objetos, procesos, historias. Todos somos creativos por naturaleza y hay evidencia de hermanos nuestros haciendo arte muchísimo antes de que existiera la agricultura (Drexler y la comunidad científica los avalan).
Elizabeth Gilbert, la autora de Comer, Rezar, Amar, escribió un libro sobre creatividad que se llama Big Magic. Llegó a mis manos de casualidad pero desde ese momento lo leo de a poco, todas las mañanas con el desayuno. Una de las cosas que más me gusta de su enfoque es justamente lo mucho que enfatiza en la diversidad. La inspiración nos lleva a cada uno a lugares completamente distintos y en eso hay mucha magia.
Eso que hace que nos olvidemos por un rato de nosotros mismos, que nos abstrae de la realidad y de nuestro rol en la sociedad, que nos lleva tan lejos que hace que nos olvidemos de que tenemos hambre, sueño, obligaciones: esas son actividades donde nos expresamos creativamente. Y si bien es más obvio pensar que sucede mientras pintamos, hacemos música o escribimos, puede suceder tranquilamente cuando corremos, construimos o cultivamos.
Hacer cosas nos llena de energía. Y no necesitan ser perfectas. Lo que nos llevamos de cada actividad son meramente souvenires del proceso que pasamos haciéndolo, el regalo justamente es el tiempo que le dedicamos y la desconexión que eso nos genera.
PD: La imagen es de Jason Leung y la encontré en Unsplash. Me pareció una hermosa metáfora de nuestro núcleo creativo.
Jungle
Y para cerrar esta edición, te dejo un video de Jungle, o mejor dicho, un par: Back on 74, Candle Flame y Busy Earnin’ son mis favoritos. Esta banda que te levanta hasta el peor día arma sus videos con coreografías asombrosas. Todos los videos tienen la diversidad como hilo conductor. Espero que pongas alguno de los temas y termines moviéndote con alegría como me suele pasar a mí.
En qué ando
Leyendo
The semantic turn de Klaus Krippendorf. Esta es una lectura mucho más técnica sobre experiencia de usuario y nuestro rol como diseñadores, pero es espectacular. Hace mucho que no disfrutaba tanto de leer sobre usabilidad.
Escuchando
Arriba.Si te gustaron los videos de Jungle, esta playlist es para vos. Asegurado que terminas con una sonrisa en la cara.
Viendo
Sex Education. Volvió esta serie con su última temporada, con su uso del color insuperable y un Otis tan abrazable como siempre.
Hasta la próxima
¡Buenas! ¿Cómo estás? Por acá bien, escribiendo este mail desde el auto. Estoy viajando a Misiones, provincia en la que crecí, después de un finde precioso a la vera del río en Corrientes. Qué bien que hace cambiar de aire y poder abrazarte con tus padres después de meses.
Viajar en auto me hace acordar mucho a mi infancia. Son innumerables los kilómetros en el asiento de atrás, mirando el horizonte y preguntando cada 15 minutos cuánto falta para llegar a destino. Ahora los disfruto, es un momento para charlar hasta quedarte sin temas mate de por medio.
Espero que esta edición te haya gustado. A mí despojarme de la presión de hacer algo extraordinario para pensar en hacer para disfrutar del proceso me resultó muy liberador.
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Te mando abrazo inmenso. Gracias por estar ahi, por leerme, por contestarme y por compartirme. Todo me resulta increíble. Gracias,